De familia tradicionalista navarra, el Teniente Echevarría, no tuvo una destacada carrera académica militar, siendo de los últimos de su promoción.

Debido a sus limitaciones intelectuales y como medio rápido de ascenso, tras ascender a teniente, pidió ser destinado al grupo de Regulares Indígenas de Ceuta. Allí,  destacó por su valor y abnegación en todas las acciones en las que participó bajo fuego enemigo. Donde otros compañeros caían heridos o muertos, Echevarría lograba salir indemne. Pronto sus hombres comenzaron a hablar del joven teniente con Baraka.

Cuando se funda la Legión en 1920 pide el traslado a esta nueva unidad. Allí pasa a estar bajo las órdenes del capitán Gómez de la Fuente, el cual viendo sus capacidades pronto lo recluta para la BRIAAP. Desde entonces ha servido encomiablemente como segundo del capitán de la Fuente, asistiendo a hechos que han aumentado aún su reputación, especialmente entre los rifeños.